domingo, 28 de abril de 2013

Felicidad siempre en pequeñas dosis.

Solía quitarse la sonrisa y ponérsela de abrigo en los hombros en plena primavera,
protegiéndose de las miradas.
Cantaba en la ducha antiguos éxitos de los Beatles,como si aún sonaran en la radio.
Comía de los retazos de felicidad que dejaban los completos desconocidos cuando la veían.
Que le llamen loco si quieren,pero juraría que a veces,se enamoraba de ella.
De sus pequeños detalles,de las flores de su vestido,de su remolino en el pelo,de sus pecas.
Hace tiempo que él no sabe de ella,
probablemente esté comiéndose el mundo,o en algún garito de una ciudad llena de gente.
No lo sé.
Pero siempre supe que ella,estaba destinada a triunfar.

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